La labor de producir descendientes mediante la reproducción
sexual, provoca un conflicto entre machos y hembras. El individuo productor de
gametos pequeños, el macho, puede ser considerado como un parásito del
productor de gametos grandes, la hembra, ya que consigue producir descendientes
aprovechando la energía procedente del otro. Esto causa que la hembra disminuya
las posibilidades de producir descendientes, a menos que consiga que el macho
invierta en ello. Teniendo en cuenta que los gametos, tanto femeninos como
masculinos, son muy diferentes en tamaño, el posible equilibrio en la inversión
se plantea con respecto a la inversión post-gamética o al cuidado parental.
Hembra alimentando a sus crías
Se sabe que es la hembra la que tiende a seguir aportando la
mayor cantidad de inversión post-gamética. Esto es así, ya que el tamaño del
gameto femenino ha sido seleccionado, en el proceso de evolución de la
anisogamia (proceso en donde se produce el sexo macho o hembra) para acumular
los nutrientes y preparar la llegada de otro gameto, el espermatozoide. En
cambio, el gameto masculino, se ha especializado en buscar al femenino, ya que
de esto depende el éxito de su reproducción, característica también favorecida
por la selección natural. La estrategia femenina se beneficiará de los avances evolutivos
relacionados con la protección y mantenimiento del óvulo, no de la movilidad o
la búsqueda de otro gameto. También resulta beneficioso para la hembra mantener
los gametos en su interior para aumentar la supervivencia tanto del óvulo como
del embrión (Carranza, 1994).
Fuente imagen: http://es.reinoanimalia.wikia.com/wiki/Aves
El proceso de anisogamia provoca una situación asimétrica
entre machos y hembras que hace que en una situación evolutiva del conflicto,
en donde uno trata de ahorrar inversión energética a costa del otro, la hembra
es la más perjudicada. Esto ocurre debido a que dejar de invertir para que lo
haga el otro, aumenta el riesgo de que la cría no salga adelante. Como la
hembra ha invertido más, provoca una mayor pérdida para la misma. Esto también
implica que la reproducción futura será mayor para el que invirtió menos, en
este caso el macho. La selección favorece la estrategia de los machos, más que
de las hembras. Cabe destacar que a ambos participantes les interesa que la
descendencia siga adelante (Gabelli, 2014).
Pingüino macho cuidando su cría
Fuente: http://www.vistaalmar.es/especies-marinas/aves/1938-pinguinos-emperador-cuidan-sus-polluelos-antartida.html
Las condiciones ecológicas e históricas intervienen en las
situaciones en las que ambos progenitores cuidan la descendencia o bien lo hace
sólo uno de ellos, sea éste el macho o la hembra e incluso ninguno de ellos. Lo
anterior está estrechamente relacionado con los sistemas de apareamiento
(Carranza, 1994).
La selección sexual también juega un papel importante. Se
trata de un proceso que modela mecanismos anatómicos, fisiológicos y de
comportamiento que se realiza un periodo antes de que comience el apareamiento
y es muy útil para elegir una pareja. Dentro de la selección sexual se produce
una selección intrasexual, que es la competencia originada entre machos y la
selección intersexual que es la elección de la hembra (Universidad de Montevideo,
2013).
Ejemplo de Selección Sexual
Fuente: http://www.hablandodeciencia.com/articulos/2012/05/09/personalidad-animal-1-las-hembras-de-pinzon-lo-tienen-muy-en-cuenta/
- Tabla comparativa entre machos y hembras
Gametos
|
Masculino
|
Femenino
|
-Cantidad
|
Ilimitada
|
Escasa
|
-Costos
|
Económico
|
Costoso
|
Éxito
reproductivo
|
Alto
|
Bajo
|
Varianza
en el éxito reproductivo
|
Alto
|
Bajo
|
Fuente: Elaboración propia, 2015.
- Estrategias de machos y hembras para asegurar su éxito
reproductivo:
Monogamia: Ocurre cuando los dos progenitores se encargan
del cuidado parental cuando las condiciones ecológicas no le otorgan al macho
la oportunidad para monopolizar varias hembras, cuando las probabilidades de
sobrevivencia de la cría aumentan mediante el cuidado biparental o cuando el
apareamiento múltiple no ofrece beneficios para el macho. La monogamia es
fundamental en aves altriciales o nidícolas, ya que el éxito depende del
alimento suministrado al nido, por lo que el aporte de ambos progenitores se
traduce en un aumento de los beneficios (Universidad de Buenos Aires, 2015).
Poliginia: Ocurre cuando los machos acceden a más de una
hembra, algunos logran aparearse con varias de estas, otros con ninguna. Las
estrategias que utilizan los machos para monopolizar hembras son de varios
tipos:
-Defensa de los recursos: Si el macho consigue apropiarse de
un lugar rico en recursos en la época de apareamiento, es muy probable que ese
territorio tenga muchas hembras y este macho logre aparearse con alguna o
muchas de ellas. El recurso no es exclusivamente limitado a alimento, sino que
involucra lugares para anidar, o para construir madrigueras. El umbral de la
poliginia, desprende lo siguiente:
1. La poliginia será más frecuente e intensa cuanto más
acumulados estén los recursos ya que las diferencias entre la calidad de los
territorios serán más marcadas.
2. La calidad del territorio influye positivamente en el
número de hembras con las que el macho se aparea.
3. La hembra que decide aparearse con un macho ya apareado
debe conseguir al menos los mismos beneficios que si se aparease con un macho
libre
-Defensa de hembras: Cuando el uso de espacio de las
hembras no proporcionan lugares estratégicos, los machos deciden seguir a
grupos de hembras. El número de integrantes de estos grupos de hembras
determinan el éxito reproductivo del macho.
Ejemplo de lek, comportamiento de machos.
-Leks: Los machos establecen pequeños lugares desde los
cuales llaman la atención de las hembras, estos lugares no contienen recursos
que les puedan servir a las hembras, de modo que ellas sólo van a copular
(Carranza, 1994).
Fuente imagen: https://oleaeuropea.wordpress.com/2011/01/25/eco-vocab-lek/
Poliandria: Cuando la hembra se aparea con varios machos. Los
papeles típicos de macho y hembra se invierten e incluso las hembras
desarrollan caracteres sexuales secundarios como consecuencia de la competencia
por machos. Las hembras a través de este sistema logran que el macho invierta
incluso más que ella, así puede aumentar el número de crías, si consigue que
sean varios los machos que inviertan. El recurso ahora es el macho (Carranza,
1994).
Referencias Bibliográficas
CARRANZA J (1994) Etología: Introducción a la Ciencia del
Comportamiento. En: Cáceres (ed): 363-406. Publicaciones de la Universidad de
Extremadura, Badajoz, España [En línea] URL: file:///C:/Users/Pat/Downloads/Sistemas%20de%20apareamiento%20y%20selecci%C3%B3n%20sexual.pdf (Accedido Octubre 20, 2015)